A San Marcos le faltó una maniobra de juego para ganarle a la U. de Concepción
San Marcos perdió la oportunidad de ganar un partido en el que siempre estuvo más cerca del triunfo que su rival. En otras palabras, el equipo dirigido por el argentino Germán Cavalieri cosechó otro empate con sabor a derrota, ahora, el elenco sanmarquino le perdonó la vida a una discreta Universidad de Concepción.
De poco le sirvió al conjunto ariqueño el golazo de cabeza anotado en el minuto 52 por el volante central Augusto Barrios. El centro perfecto enviado desde el sector derecho por el lateral Cristóbal Guerra fue cabeceado por Barrios en el corazón del área rival, al más puro estilo del gran Iván «Bam Bam» Zamorano. La alegría de los 723 espectadores que llegaron al estadio Carlos Dittborn duró solo 3 minutos. A los 55 también con golpe de testa el defensa Nicolás Garrido empató para la escuadra visitante.
Tras el gol anotado por Barrios, el comentarista de M radio Kenny Mamani, dijo que en San Marcos hay jugadores ariqueños talentosos de la cabeza a los pies. Y vaya que tiene razón Mamani. En el equipo ariqueño brillaron con luces propias, Guerra, Barrios, Korben Rojas, y D’hidier Pereira. Todos jugadores con pie educado y amigos íntimos de la pelota. Bien por el entrenador Cavalieri que reunió a estos talentosos en el equipo titular. En la sinfonía de buenos pases también aportó de buena manera el zurdo Mikel Arguinarena.
Cambios tardíos
Donde Cavalieri no estuvo acertado fue en los tardíos ingresos del uruguayo Marcos Camarda (63 minutos) y del ariqueño Bairon Monroy (85 minutos). Según el profe Mamani, en el segundo tiempo el partido pedía a gritos una maniobra de juego, es decir un cambio de sistema que le permitiera mayor volumen ofensivo y más presencia en el área rival al equipo sanmarquino. En el minuto 89 Camarda estuvo a punto de marcar el gol de la victoria, al final el charrúa tuvo una triste despedida, y en conferencia de prensa dijo que se iba del club por motivos personales.
Con respecto a la partida de Camarda, Cavalieri descartó haber tenido problemas personales con el jugador. Nada más. Raro igual, si consideramos que se fue el máximo goleador del equipo. Un poco frío se mostró Cavalieri a la hora del adiós del atacante uruguayo. Como dijo Bombo Fica, rara la cosa.